domingo, 4 de agosto de 2013

Corazón tan blanco


Título: Corazón tan blanco
Autor: Javier Marías
Editorial: Punto de Lectura
Número de páginas: 404
Fecha de inicio de lectura: 27 de mayo, 2013
Fecha de término de lectura: 23 de junio, 2013
Valoración: Bueno




Resumen:
“No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola (…)”
Así comienza el libro corazón tan blanco, relatando el suicidio de Teresa Aguilera durante una cena a solo semanas de haber regresado de su viaje de bodas en la Habana junto a su esposo Ranz. Tras la muerte de Teresa, Ranz se casa con la hermana de la difunta: Juana, con la que tuvo  un hijo llamado Juan, quien se convertirá en el narrador y protagonista de esta historia, tratando de reconstruir la muerte de su tía, que tras lo sucedió se había convertido en un secreto del cual nadie sabía mucho.
Juan es un traductor e intérprete, que no puede dejar de escuchar e interpretar lo que oye y ve, es como si quisiera comprenderlo todo, sin embargo, en este secreto familiar siempre quiso no saber la verdad. Es un hombre muy reflexivo, siempre se está cuestionando lo que sucede. Es él ahora el recién casado, se encuentra en la Habana de luna de miel junto a su esposa  Luisa, quien también es interprete -se conocieron durante una conferencia internacional-.
Durante la luna de miel Luisa se enfermó, cuando Juan la cuidaba desde el balcón, una mujer comenzó a gritarle y reprocharle que lo estaba esperando hace más de una hora, no obstante, la muchacha -llamada Miriam- se dio cuenta de que lo había confundido, pues al hombre que buscaba se encontraba en el apartamento de al lado. Sin embargo, Juan encontraba dudosa la actitud de la muchacha, por lo que quiso seguir escuchando lo que sucedía al otro lado de la pared, pero su mujer comenzaba  afiebrarse más y necesitaba ocuparse de ella. Cuando logro escuchar, se dio cuenta que Miriam le pedía al hombre  -Guillermo- que matara de una vez por toda a su mujer,  a lo que él respondía: que no podía, que tuviera paciencia, que su mujer luego moriría.
Las pocas veces que Juan había intentado hablar con su padre Ranz sobre su tía Teresa, él se molestaba y evadía el tema,  Juan solo sabía que había muerto tempranamente a causa de una enfermedad. En la casa de su padre aún se conservaba una foto de Teresa, que estaba junto al lado de la foto se su madre Juana, ya muerta. Hace muy poco tiempo, por medio de Custardoy -amigo de su padre- se enteró de que Ranz había tenido otra mujer antes de Teresa y que esta última se habría asesinado. Custardoy no le contó mucho detalle, y Juan tampoco quiso preguntar más, pero cuando este le contó a Luisa, ella quedo muy intrigada y quiso saber la verdad del misterio.
Juan viajaba mucho producto de su trabajo, por lo que veía cada vez menos  a Luisa, pues habían llegado al acuerdo de que ella estaría a cargo de arreglar la casa. El hecho de que Luisa estuviera en casa permanentemente, provocó una gran cercanía hacia Ranz, pues este no le gustaba envejecer y sentía que junto al lado de Luisa rejuvenecía
Uno de los viajes de Juan fue hacia New York, en la Asamblea General de las Naciones  Unidas, duro 8 semanas por lo que se quedó en la casa de su amiga de la universidad Berta. Berta era una muchacha divorciada dos veces. Años atrás había tenido un accidente que la había dejado coja y con una cicatriz en el rostro, desde ahí ella se sentía incapaz de conquistar a algún hombre, por lo que se inscribió en una agencia para formar parejas.
Cuando Juan llegó ella le mostró una carta que le había llegado de la agencia, estaba firmada por un tal Nick, sin embargo, más adelante recibiría más carta de ese muchacho que firmaba como Jack y como Bill. Luego de que Bill y Berta se mandaran videos para conocerse quedaron de juntarse, y así lo hicieron. Pero  a Juan no le gustaba nada ese muchacho, era muy misterioso y además le recordaba a Guillermo -el hombre de la Habana- e incluso sospechaba que podría ser él, pero nunca pudo comprobarlo.
Cuando Juan regresó de su viaje, se dio cuenta que Ranz tenía mucha más afinidad con Luisa, por lo que pensó que a ella efectivamente podría contarle el secreto familiar que con él nunca quiso hablar. Pero su estancia ahí no duro mucho, pues tuvo que viajar a Ginebra.
En Ginebra Luisa lo fue a visitar un par de veces, en una de sus visitas fueron a  cenar con el profesor Villalobos, un amigo de su padre. Este comenzó a contarle las historias de las ex esposas de Ranz, le contó que la primera mujer era cubana y que por lo que recordaba había muerto en un incendio y que su tía Teresa se asesinó.
Cuando juan regreso de Ginebra, llegó un día antes de lo previsto, por lo que nadie sabía de su llegada a casa. Al entrar desempacó y se quedó dormido. Cuando despertó escuchó a Luisa que hablaba con Ranz sobre sus ex esposas. Luisa le preguntaba a Ranz por qué se había matado Teresa, este respondió que le contó algo de lo que ella se asustó, pues él le contó que había asesinado a su primera mujer para poder estar con ella, pues lo del incendio no había sido accidente sino que él lo había provocado. Cuando le contó a  Teresa ella se sintió culpable porque le había dicho  -cuando recién se conocieron- que la única posibilidad de estar junto era que ella se muriera, por lo que no aguanto la culpa y se asesinó.
Juan estaba sorprendido, no sabía si lo que escucho fue por casualidad o realmente Luisa sabía que él había regresado de su viaje. Fue en ese instante cuando escucha que Luisa y su padre saldrían a cenar, entonces Luisa fue a buscar un abrigo, fue ahí cuando Luisa le preguntó a Ranz si se lo contaba a Juan lo sucedido lo que él respondió que no sabía, que ella decidiera. Así fue como este misterioso secreto salió a la luz: “no he querido saber, pero he sabido (…)”

Reflexión
Me llamó mucho la atención el título de la obra: “Corazón tan blanco”, esa relación que se establece entre la inocencia que se tiene cuando uno no sabe nada, por lo que tu corazón es totalmente blanco, y a medida que sabes más se van tiñendo y volviendo menos blanca, más oscura.
Por otro lado, es interesante observar la cantidad de reflexiones que se hacen en esta obra, como por ejemplo lo del matrimonio, esa pregunta que te realizas después de haberte casado: ¿y ahora qué? y que al parecer no tiene respuesta, esa inquietud que te surge, pues ahora no hay un ¨yo¨ hay un ¨nosotros¨, hay una pérdida de individualidad que conlleva a una nueva percepción del mundo y de la vida. O por ejemplo las reflexiones sobre lo que la gente se ve  obligado a hacer, hablar o callar por la amistad o las personas que uno quiere, para así no dañarlas. O las reflexiones sobre cómo las acciones y las palabras pueden cambiar el destino de otra persona o como bien señala el texto “callar y hablar son formas de intervenir en el futuro”, como Juan lo hizo con esa muchacha entregándole dinero, ¿es acaso esto justo? ¿Qué alguien pueda cambiar el futuro de otra por qué tiene más poder, más dinero, más fama?
Finalmente, es muy llamativo el tema problematizador que se presenta en el texto: entre querer saber la verdad o no querer, oírla o no, es que hay veces que es mejor no enterarse de lo que sucede “siempre hay alguien que no sabe algo o no quiere saberlo”. Y como este tema se plantea en la relación de pareja, querer callar algo por proteger a la otra persona, pero que a la vez se convierte en un secreto el cual te aleja de esa persona a la que tu tanto amas. Es que aquí se presenta la importancia que tiene dentro de una relación lo que se dice o se hace, lo que se calla, se interpreta, se deduce, o se olvida, la importancia de los secretos y las sospechas.


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